Iglesia La Gracia

¿Como es el pastor en la iglesia local? Muchas de las responsabilidades que hay como miembro de una iglesia es exigir o animar al pastor a hacer su trabajo de la forma en que la biblia lo describe.

La iglesia necesita miembros comprometidos para crecer saludablemente. Conforme las iglesias locales van creciendo en número, se vuelve necesario que sus miembros crezcan en madurez espiritual para poder hacerle frente a lo retos y desarrollarse de manera saludable.

La confesión es un medio por el cual damos gloria y alabanza a Dios. Cuando no le hemos dado gloria y alabanza a Dios con nuestras acciones podemos revertir esto por medio de la confesión, y así darle la honra a Dios que no le dimos con nuestro actuar.

Cristo desea que nos acerquemos al Lugar Santísimo en actitud de adoración, este acceso está ahora disponible con base en la perfección del ministerio sacerdotal de Cristo y su obra en la cruz. Es con base en estas verdades espirituales que debemos mantenernos firmes en la profesión de nuestra esperanza, estimularnos al amor fraternal y ser constantes y activos en nuestra congregación. Como recurso para lograrlo, a cada creyente se le da el privilegio de exhortar a otros y recibir exhortación de otros.

Reconocer a Cristo como cabeza y entender el alcance del ministerio de la reconciliación nos facilita el vivir en paz entre nosotros. Cuando vivimos de esta forma estamos exaltando el poder y la suficiencia de Cristo como cabeza de la iglesia, de su obra en la cruz y del ministerio de la reconciliación.

Cuando hablamos verdad, los unos con los otros, reflejamos que nos hemos despojado del viejo hombre y que somos miembros de un mismo cuerpo.

Pablo, en su carta a los Efesios, nos habla de que debemos permanecer unidos como cuerpo de Cristo. Esta predica establece 3 puntos que debemos aprender y aplicar en nuestras vidas como creyentes de Jesucristo.

Daniel Díaz, apologista, nos compratió acerca de la apologética cristiana y la importancia de conocer a Dios.

Pablo nos insta a llevar las cargas unos de otros, a no vanagloriarnos y a mantenernos haciendo el bien porque lo que sembramos vamos a cosechar.

Debemos ser intencionales en servir a nuestros hermanos, con la guía del Espíritu, para cerrar espacios donde nuestras pasiones, den cabida al pecado en nuestra vida y en la iglesia.

Cristo nos habilita para vestirnos con un ropaje lleno de virtudes, entre las cuales el amor sobresale. Estas virtudes nos facilitan el soportarnos y perdonarnos unos a otros.

En la primera parte de esta serie somos animados como iglesia a amarnos unos a otros, de una manera que muestre que hemos nacido de Dios y que le conocemos, con el propósito de dar testimonio del amor que Dios mostró al mundo.

En esta enseñanza vemos que la persistencia en la Palabra de Dios provee el fundamento para nuestra salvación y el fundamento para nuestra santificación. Como iglesia somos comisionados a predicar la Palabra en todo tiempo.

Hemos escuchado acerca de que Cristo debe ser el centro de la iglesia, pero por qué Cristo debe ser el centro de una Iglesia? Se identificará una iglesia que se deleita teniendo a Cristo como su centro.

¿Es nuestra adoración, como iglesia, agradable a Dios, o lo estamos viendo como un domingo cualquiera? Es importante adorarle juntos como el quiere ser adorado.

Lo que Dios más ama es su gloria, la persona más centrada en Dios es él mismo y el principal compromiso de Dios es con su gloria.

Estableciendo los fundamentos de Iglesia la Gracia basados en la palabra de Dios y en un mismo propósito. Para que de esta forma caminemos todos juntos.

El pecado sexual es una realidad hoy y siempre en medio de la iglesia del Señor Jesucristo, como discípulos de Jesús estamos llamados a no vivir ni caer en este pecado tan destructivo. El texto de Proverbios 6:20-35 nos da el poder de la Escritura y dos advertencias hacia el pecado sexual, Salomón preocupado por su hijo le advierte de esto en una gran porción de las Escrituras. Muchos viven en este pecado y es nuestro deseo en este sermón que las personas sepan que hay una muy buena noticia: Jesucristo, que es la sabiduría de Dios, murió en la cruz y fue sepultado y pagó por nuestros pecados sexuales y resucitó victorioso al tercer día. Es por medio de su muerte y resurrección que somos reconciliados con Dios, en Cristo no hay condenación de nuestro pecado sexual, Cristo nos da un corazón nuevo y una vida nueva. Y es por el poder del Espíritu Santo que podemos ser transformados y renovados para vivir la vida en el plan de Dios, i

Quién es la persona indigna o persona de maldad? Quién siembra discordia entre hermanos? Esta persona es cualquier persona que habla negatividad.

Impureza o inmoralidad sexual es un tema en todos los tiempos de la humanidad. Esta enseñanza se basa en mostrar cómo vivir de forma segura para no comprometer nuestra vida con el Señor por las pasiones de la carne.