Iglesia La Gracia

La reconciliación de la humanidad por medio del sacrificio de Cristo, nos exige a perseguir la paz entre nosotros y gozarnos de que ahora somos parte de Su pueblo y tenemos la entrada por un mismo Espíritu al Señor. I. Sin Cristo estábamos ajenos del pueblo de Dios y sus pactos de promesa, sin esperanza y sin Dios. (vs. 11-12) II. Por la paz que el Señor alcanzó por medio de Su sacrificio en la Cruz, fuimos reconciliados para ser un mismo pueblo, un nuevo hombre y un sólo cuerpo, para así tener entrada por un mismo Espíritu al Padre. (vs. 13-18)