Disperso

Ha pasado ya un mes desde que me di de alta en el nuevo proveedor de telefonía móvil que prometía el sagrado grial: ¡Internet gratis! Y claro, con el fin de mes llega la hora de pagar la factura. ¿Factura? ¿Pero no era gratis? ¿Me habré dejado algún recóndito servicio sin desactivar? Tendréis que escucharlo para saberlo. Este post ha sido enteramente escrito desde la Aste Nagusia, esperando a los fuegos artificiales. No me hago cargo de lo que haya podido escribir el corrector ortográfico de mi móvil. Recordad que no quiero haceros pasar por el castigo de poner valoraciones en iTunes pero se agradecen comentarios en donde mejor os venga (ivoox, podkas, tiempoescaso.es...)