Cada Dia

Uno de los episodios de enfermedad y sanidad más famosos de la Biblia es el de Job. Su experiencia nos enseña que la enfermedad le puede acontecer aún al creyente, al justo al que ha recibido al Señor Jesucristo. Y esto por razones y propósitos que solo Dios sabe y que los demás no deben juzgar a la ligera.  Job sufrió tanto que en su desesperación deseó la muerte más que la vida. Fue una verdadera prueba dolorosa, angustiante. No sólo perdió la salud sino todos sus bienes materiales, su riqueza y sus hijos en diferentes accidentes, perdió también el amor y el respaldo de su esposa. Su situación era humillante, desesperada. Estaba solo, enfermo y sus amigos además lo condenaban. El Señor Dios eventualmente sanó a Job y lo restauró en todos los aspectos.  La pregunta es por qué siendo Job justo como nadie más sobre la faz de la Tierra tuvo que experimentar semejantes sufrimientos y tragedias. Y por qué hoy en nuestros días, Dios a algunos de sus hijos que han creído en él los oye y les da sanidad y l