Daniel Habif

¡Qué valga el riesgo y no la pena! ¿Te pareces a lo que soñaste ser de niño?   Obsesionados con el trabajo, adictos a no tener tiempo y a sustituir con él trabajo el amor y el afecto de las relaciones humanas que tan vital y desesperadamente necesitamos. No “tener” tiempo para sentirte vivo ¿Te parece una forma digna y sabia de dirigirte en la vida?    No saber lo que queremos en la vida hace que nuestros días vayan sin rumbo, que estemos en automático, pagando facturas, yendo a trabajar sin ilusión, cansados, aburridos, llevando una vida carente de significado y dejándonos llevar siempre por las circunstancias, perdiendo la misión por la ambición, dejando aún lado el propósito de Dios, en lugar de parar, de parar el tren de la inercia y observar, discernir, pensar y analizar detenidamente que queremos, que soñamos y como carajo lo vamos a lograr.    DANIEL ya no se como retroceder, me subí a una caída libre y segundo a segundo tomo mayor velocidad hacia un rumbo que jamás quise ir. T