Ayuda canina

Un grupo cada vez mayor de perros detectores adiestrados son llamados a colaborar en los esfuerzos mundiales de conservación, como la lucha contra las catástrofes naturales y la localización de animales raros o en peligro de extinción. La fisiología y la neuroanatomía del sentido del olfato de los caninos les da una clara ventaja sobre los humanos, que dependen más de su visión, especialmente cuando se trata de la detección. La nariz de un perro tiene unos trescientos millones de células receptoras del olfato que envían señales al cerebro, en comparación con nuestros aproximadamente seis millones.